El 12 de febrero de 2014, al final de una masiva protesta pacífica en Caracas, tres personas murieron y varias resultaron heridas en enfrentamientos entre un pequeño grupo de jóvenes manifestantes, fuerzas de seguridad y civiles armados afectos al gobierno. De inmediato, altas autoridades venezolanas culparon públicamente de estas muertes al líder de la oposición Leopoldo López, quien poco después fue detenido.
Las escenas recogidas en el trabajo audiovisual “Uniformados y civiles dispararon en La Candelaria el 12F”, realizado por un equipo de investigación liderado por la periodista Tamoa Calzadilla –que ha recibido prestigiosos premios como el Maria Moors Cabot y el Gabriel García Márquez–, han sido fundamentales a la búsqueda de justicia para las víctimas y para rebatir la verdad oficial sobre esta fecha que permanece como una herida abierta. La comunicadora brinda para Amnistía Internacional Venezuela un resumen de lo que fue su trabajo entonces y de su posición a favor del derecho a la información:
Eran las 3:13 de la tarde cuando cayó el cuerpo de Bassil Alejandro Dacosta en la acera. En ese momento, la calle y la línea de tiro estaban en manos de individuos identificados con uniforme, placas y vehículos del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) acompañados de otros vestidos de civil.
Así arranca el primer párrafo de la historia que escribió la Unidad de Investigación del diario Últimas Noticias, el 16 de febrero de 2014, cuatro días después de que testigos registraran lo que había ocurrido en pleno centro de Caracas.
El reportaje fue producto de la curaduría de imágenes que llegaron a partir de ese momento al equipo, por varias vías: algunas de los propios fotoreporteros del diario, otras subidas a redes sociales que los periodistas se dedicaron a confirmar. En la página web de Últimas Noticias se podía ver un video con la secuencia de los disparos, las víctimas y sus victimarios.
La muerte de Bassil Dacosta
Un grupo de manifestantes gritaban a la policía, los insultaban y les lanzaban piedras. Luego avanzaron hacia una motocicleta del Sebin y la tumbaron en el intento de tomarla. Esto desató una ráfaga de disparos por parte de agentes contra el grupo opositor.
Toda la secuencia queda registrada en un video que reconstruyó y editó nuestro equipo de investigación, aunque hoy en día esos archivos hayan sido borrados y los venezolanos no tengan acceso a ese recuerdo de su historia reciente. El equipo investigador de Últimas Noticias –a pesar de estar bajo la censura que impuso su venta a un grupo económico que sometió la línea editorial a favor del gobierno- logró identificar a los agentes policiales y militares que participaron en el asesinato de Dacosta.
Los testimonios de vecinos coinciden en que luego de los disparos, los agentes recogieron algunas evidencias y cascos de balas, incluso esa noche y madrugada visitaron apartamentos, ductos de basura y escaleras buscando elementos que pudieran incriminarlos, entre ellos fotos y videos.
La muerte de Juancho Montoya
A Juan Montoya lo asesinaron a pocos metros de donde cayó Bassil Dacosta, unos 30 minutos antes. El homicidio de “Juancho”, como era conocido el jefe de grupos denominados “colectivos”, civiles armados y motorizados cercanos al gobierno, está menos documentado que el de Dacosta, sin embargo las imágenes del charco de sangre que dejó su cuerpo en la acera fueron las primeras en conocerse. Los elementos gráficos y testigos arrojaron pruebas de que Montoya entró a la calle comandando a su equipo, en la vanguardia, en la primera moto. Una cámara de seguridad captó cómo apenas segundos después de ingresar es recibido a tiros y su cuerpo herido de muerte es recogido por sus seguidores.
Durante su sepelio, en la popular parroquia 23 de Enero de Caracas, Hermenegildo Barreras, Segundo a bordo en la organización armada, contó a una reportera de la Unidad de Investigación que a Juancho “lo mataron los funcionarios” a pesar de que el discurso oficial intentó culpar de este hecho a cuerpos de seguridad de alcaldías opositoras. El gobierno buscaba incriminar al dirigente Leopoldo López, hoy en prisión.
No obstante, las investigaciones judiciales culparon a Barreras de ese asesinato, presuntamente para asumir el liderazgo del colectivo.
Al cabo de un año, la Unidad de Investigación de Runrun.es, un medio independiente al cual empecé a formar parte, reconstruyó el caso y con el expediente judicial reveló quiénes habían sido encarcelados, procesados y quienes jamás pisaron un tribunal.
El trabajo periodístico a la búsqueda de la justicia y el camino que queda por recorrer
El 1 de diciembre de 2016 dictaron sentencia de 29 años y seis meses de prisión al comisario del Sebin José Ramón Perdomo Camacho (el de camisa marrón de botones que se ve disparar en el video). Las pruebas balísticas determinaron que una bala disparada de su arma de fuego le quitó la vida a Dacosta.
También fue condenado a seis años de prisión el agente de la Policía Nacional Andry Yoswua Jaspe López, quien hasta ese momento estaba siendo juzgado en libertad. Los demás hombres que dispararon fueron absueltos. Miguel Domínguez -de camisa caqui y casco que da órdenes en la calle durante la arremetida- nunca fue procesado.
Los cargos de homicidio intencional le fueron retirados a Leopoldo López, una vez que se comprobó quiénes dispararon contra Bassil Dacosta y sus compañeros de lucha.
Robert Redman, uno de los jóvenes que fue fotografiado cargando el cuerpo de Bassil Da Costa y portando una cámara; resultó asesinado por motorizados aparentemente uniformados la noche de ese 12 de febrero.
En ese contexto fueron publicados en redes sociales cientos de videos y fotos de testigos que evidenciaron la represión por parte de fuerzas de seguridad del Estado haciendo un uso desmedido de la fuerza contra manifestantes. La indignación ante estos hechos y la posterior detención del ahora prisionero de conciencia reconocido por Amnistía Internacional Leopoldo López seis días después avivaron las protestas por meses, llevando al lamentable saldo de 43 muertos, cientos de heridos y decenas de denuncias de malos tratos y tortura que en su mayoría aún permanecen impunes, sin lograr verdad, justicia ni reparación.
Tamoa Calzadilla actualmente vive fuera de Venezuela tras haber renunciado a su cargo en Últimas Noticias. Siente que en el país no se encuentra protegida ni ella ni su familia.
Amnistía Internacional hace un llamado global a pedir justicia ante los acontecimientos suscitados en el 2014 en Venezuela y que se mantienen en impunidad utilizando la etiqueta #HeridaAbierta12F en todas las redes sociales.
La entrada Qué pasó el 12 F de 2014 en Venezuela, por Tamoa Calzadilla aparece primero en Humano Derecho.
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