Mujeres en el rock: Riot Grrrl a la venezolana

El promotor cultural Felix Allueva, de la Fundación Nuevas Bandas, hace un interesante repaso de las mujeres venezolanas que han participado en la escena pop-rock del país.

 

Por Felix Allueva, extraído de Burundanga Psicodélica

Aunque el rock nace amparado por el género masculino y prospera como una expresión artística principalmente machista, las mujeres se han ido ganando su espacio a sangre y fuego. En el pop rock ellas fueron desplazándose de un rol a otro. Inicialmente fans, luego grupies, para posteriormente ejercer los oficios de cantante, instrumentista, compositor, manager, productor y pare de contar.

En lo internacional hemos visto como las chicas comenzaron muy pop (Marianne Faithfull, Dusty Springfield). Pasaron por el folk contestatario (Joan Baez, Melanie) y se adentraron en el rock (Janis Joplin, Patti Smith), generaron acción política (Riot Grrrl) para, en el nuevo siglo, convertirse en vanguardia (Cat Power, M.I.A.).

Ese mismo panorama lo podemos ver reflejado, en mayor o menor grado, en la esfera nacional. De eso tratan estas líneas que hemos dividido en, no sé, cuantas entregas. Un rasante vuelo por nuestras exponentes del pop y rock local. Una exploración década a década, desde los 60 hasta la actualidad, de sus principales representantes y ofertas artísticas.

La Nueva Ola:

En los albores del pop nativo, entre 1960 y 1962, conseguiremos voces femeninas como la de Estelita del Llano cuando formó parte de la agrupación Los Zeppy, una mezcla de doo woop, swing y uno que otro surco de rock and roll. También está la cubana Teresita Martí quien, con la orquesta Los Melódicos, hizo un par de temas colindantes con rock and roll (por ejemplo: What’d I say de Ray Charles).

Inmediatamente entrará la Nueva Ola, una híbrida especie musical que incluía mucho de la canción italiana (respetando el patrón establecido por el importante Festival de San Remo), elementos del naciente pop anglo, arreglos orquestales y por supuesto algo de beat rockanrolero soft del momento. Sus exponentes femeninos: Nancy Morillo, Mirla Castellanos (llamada La Reina de la Nueva Ola), María Teresa Chacín, Mayra Martí, Rosa Virginia Chacín, Nancy Ramos y Charito, entre otras.

Estas fueron nuestras pioneras estrellas pop. Nancy Morillo (hermana de Lila) popularizó el tema Que yo no sé bailar el twist, Mirla cantó temas de Pete Seegers en modo twist y María Teresa Chacín de Bob Dylan y The Beatles. A Rosa Virginia le tocaría Procol Harum

Conjuntos de rock:

La aparición de la primera banda de rock compuesta exclusivamente por mujeres se da en 1964. Las Aves Tronadoras, cinco niñas cuyas edades oscilaban entre los 10 y 17 años. Lograron realizar algunas grabaciones y presentarse en la televisión. Un titular en prensa las calificó como “El único conjunto de surf de mujeres de Latinoamérica” – conjunto fue el estatus que se le otorgó a estas agrupaciones musicales-. Se dejaron escuchar en las radios con un tema original de la agrupación británica The Kinks, “Tired of Waiting for You”, versionada en español. Integraron el grupo Gisela Herrera, guitarra; María Antonieta Herrera, bajo; Egdalia Cepeda, baterista; Helma Swart, órgano; y Wendy Hawkinson, guitarra y hasta donde sabemos la única que se mantuvo en el mundo de la farándula como manager de la cantante Sasha.

Con la escalada a mediados de los 60 de la música afroamericana como el rhythm and blues y el soul, unos adolescentes deciden conformar un conjunto compuesto por dos mujeres y dos hombres entrando en la cadencia del estilo de las compañías grabadoras Motown y Stax Records. Pero esa historia corresponderá a otra entrega de Burundanga Psicodélica.

Junior Squad

Se diversifica la oferta

Con la escalada a mediados de los 60 de la música afroamericana como el rhythm and blues y el soul, en Venezuela unos adolescentes deciden conformar una banda compuesta por dos mujeres y dos hombres entrando en la cadencia del estilo de las compañías grabadoras Motown y Stax Records. Además fueron mezclando en sus covers temas rock steady y del naciente reggae. Esta iniciativa viene de parte de Los Hermanos O’Brien, cuatro voces de color que desde pequeños contaron con una apropiada escuela musical, su padre y pianista Pat O’Brien. Llamados originalmente Los Hermanos O´Brien, se transforman en Las Cuatro Monedas. Marlene en el bajo, Kenny y Gary en las guitarras y Brenda en la batería, unieron dos voces femeninas y dos masculinas, creando un groove autóctono nunca antes hecho en el país: soul nativo y contraritmos de Jamaica cantados en español.

De la misma época, otra banda con voz femenina: Los Junior Squad. Un proyecto centrado en hacer baladas para ubicarlas en el Top ten. Los hermanos Teresita y Valere Díaz eran las figuras centrales del grupo. Si bien es cierto que la banda se originó por allá en el 65, realmente se comenzó a escuchar a partir del año siguiente, cuando obtuvo el tercer lugar en un festival organizado por el programa televisivo El club del clan. En el 67 editaron su primer LP y ya no pararon de grabar discos y pegar temas en la radio hasta el año 1970, cuando desaparecieron. Los hermanos Díaz se convirtieron entonces en The New Generation o Nueva Generación, dirigidos al folk pop tan de moda en la nueva década.

Más nombres femeninos de este período: Belkis Cedeño (solista y también voz principal de la banda Los Kings), Wendy (intervino en los happening llamados Experiencias Psicotomiméticas), de Maracaibo el conjunto Las New Girls y María Concepción Gutiérrez (Shelly y La Nueva Generación). Para el año 1968, María C. Gutiérrez Lobo, nacida en Maracaibo, forma en España la agrupación Shelly y La Nueva Generación, un quinteto en total sintonía con la naciente psicodelia ibérica. Cualquier tema que escojan de sus tres 45 RPM son de colección. Sonidos entre psicodelia y soul que hablan muy bien de María Concepción, alma de la banda y buena voz para esta iniciativa.

Finalmente, en este desfile de abundancia femenina en el rock local, emerge de la ciudad de Puerto Cabello la banda Los Hoyer, con dos chicas en los coros, música entre romanticismo y protesta.

Folk, blues, jazz y rock

El tránsito de la movida psicodélica al folk rock fue una cuestión de tiempo. De la gran amplificación y los efectos especiales que acompañaban a la música, devino una onda acústica, de bajo volumen y centrada en el cantautor rodeado de un aura de paz y amor. En ese espacio surge el dúo Vytas y María Fernanda, conformado por el desaparecido maestro Vytas Brenner y la cantante María Fernanda Márquez (aun activa en el circuito internacional del jazz y la world music). Fue el lado folk pop con temas propios y versiones (your song de Elton John, por ejemplo). Al lado izquierdo de esta tendencia estaban Soledad Bravo y Gloria Martín, con una visión militante de izquierda, comprometida con la revolución marxista.

Paralelamente a la propuesta folk, se desarrollaba otra que se nutría del blues y jazz fusionado con el rock. La gran representante fue Gladys María del Rosario Di Ruggero, mejor conocida como “La hija de la oscuridad”. Una excepcional voz con un timbre muy especial que se pudo mover entre la canción protesta, el jazz y el rock. Siempre se le comparó con Janis Joplin. Sus primeros pasos los dio en el Colegio Francia con su banda rock. En su único LP, La hija de la oscuridad, del año 1972, el segmento rock fue atendido por el grupo La Fe Perdida liderado por Frank Quintero. En este disco editado por CBS/Columbia, y bajo la dirección artística de Orlando Montiel, se reunió lo mejor de la música del momento: Alberto Naranjo (batería y miembro de la banda de Gerry Weil); Oswaldo de la Rosa (bajo, ex integrante de Los 007); Humberto Tito Iglesias (Saxo, ex integrante de Los Claners); La Fe Perdida, y muchos músicos más. Otra obra de colección. Gladys es hospitalizada por un derrame cerebral y producto de un mal tratamiento quedará en estado vegetativo. Años después, fallecería.

Cambio de paradigma

Este decenio fue de represión gubernamental hacia el sector juvenil y en particular a la subcultura rock. Entró fuertemente la salsa y la música disco, de tal manera que el rock casi desapareció, salvo en su formato progresivo. Los grupos mutaron hacia el jazz fusión y vías alternas que colindaban con el funk y el disco. Las féminas rock hicieron lo mismo. Así podemos conseguir voces en los grupos Estructura, Etzal y Tinajas.

Bajo el nombre de Estructura, siete músicos compusieron una de las primeras óperas rock venezolanas: Más allá de tu mente. Además de ponerla en escena en septiembre del 78, en el teatro París, lograron dejar registro auditivo de la misma. Editaron el disco Más Allá De Tu Mente. Los músicos fueron: Agny Mogollón, en el bajo; María Eugenia Ciliberto, en las guitarras; Marisela Pérez, voz líder; Walton De Jongh, en la percusión; Doménico Prioretti, en la batería; David Maman, en los teclados; y Antonio Rassi, en la primera guitarra. Más adelante, dos de sus músicos (Prioretti y Rassi) migran al proyecto Etzal, donde se da a conocer una de nuestras mejores voces femeninas en el ámbito del pop, rock, blues y jazz: Biella Da Costa. También aparece el grupo Tinajas, paladín del pop nacional, quien entró en la autopista del disco sound y estrenó la voz de Melissa ―conocida en los años 80 como la reina del rock―en el ábum Dejando el pasado del año 1979. En ese mismo año, una joven modelo, miss y actriz, María Conchita Alonso, bajo la tutela de Rudy La Scala, apostó por un proyecto disco llamado Ámbar. Fue, sin lugar a dudas, uno de los más exitosos y coherentes en cuanto a sonido y propuesta estética. Además de contar con la atractiva María Conchita y la acertada visión como productor y arreglista de Rudy La Scala, el sonido que se logró construir, basado en las nuevas tecnologías, representó un adelanto para la Venezuela enganchada al jazz fusión y al rock grandilocuente.

Así se despide la década, el futuro inmediato será de profundos cambios, se aproxima el metal, el punk y muchas cosas más.

Las mujeres en el rock venezolano

Las anteriores entregas de Burundanga Psicodélica fueron para revisar dos décadas 1960/1970) de presencia femenina en el rock venezolano y quedamos a principios de los 80. En el plano internacional viene el momento de la proliferación de los sellos indie, los discos digitales, profusión de subgéneros en la música contemporánea. Irrumpe MTV, electrónica y hip hop le quitan protagonismo al rock. También es el tiempo del despegue definitivo de la figura femenina en el rock. Movimientos y eventos giran alrededor de ellas (Riot Grrrl, Lilith Fair Tour). En Venezuela se reaviva el pop rock con presencia femenina, más cantidad mayor variedad.

El reinado del rock

Pasada la fase de la canción ligera, del pop netamente melódico (Mirla Castellanos, Nancy Ramos, Belkis Cedeño, María Conchita Alonso…), los primeros años de la década de los 80 son para el ascenso de un pop rock comprometido con posturas transgresoras.

El heavy metal y el post punk conquistan voces femeninas para expresarse. En Caracas, la agrupación Fahrenheit, propone un metal nacional con cierta dosis de elementos del rock progresivo. Fue una de las pocas bandas del rock pesado con front girl. Y aunque pasaron varias féminas por sus filas, la que más se recuerda es Janet Goitía (antes en Delirium Tremens junto a la guitarrista Martha Villarroel). Queda para la historia su homónimo álbum editado en el año 1983.

Fahrenheit sonó mucho por Radiodifusora Venezuela 790 AM, “la emisora del poder”. Una programación donde se conseguían todos los subgéneros del pop y el rock. La recordada emisora es la responsable de introducir presencia femenina en la promoción del rock, con por lo menos cuatro nombres: Matty Sholtz, Marisella Bonilla, Cecilia Ramírez y Erika Tucker.

También aparecería en el campo de hard rock el primer conato de una agrupación totalmente compuesta por mujeres: Ágata. Intento fallido que se restablecerá años después. La cantante Jucee Lip –cuyo grupo de apoyo tenía miembros de Amethyst– aparece como un ave fugaz, con un rock influenciado por el blues.

Esa era la visión del rock radical. Análogamente el mainstream da su respuesta con un pop cargado de intención rock, Melissa.

La reina

Melissa Mariana Griffiths Parra Del Riego, una peruana que se enamoró de Venezuela y se quedó con nosotros. Teniendo una vida doble, de rockera con grupos como Tinajas, y en las noches haciendo covers en varios locales, finalmente la “descubre” una de las grandes disqueras locales y logra grabar un disco de versiones con el que se lanza a la popularidad. Melissa es la réplica de Rodven (brazo discográfico de Venevisión y el grupo Cisneros) a la movida metalera local. Melissa pasa de temas rock a baladas pop con gran facilidad, dando un look totalmente hair metal a su iniciativa. Así se acuña el discutido sello de “reina del rock”.

Un dato llamativo, en el álbum de Melissa, Noche Sin Fin (1987), se encuentran armónicamente el pop y el marxismo, la canción de tres minutos con estribillo y la crítica social proveniente de la izquierda. Toda la lírica de este disco es compuesta por la otrora cantautora Gloria Martín, proveniente de la izquierda (Partido de la Revolución Venezolana/Ruptura, con el tiempo, Tercer Camino de Douglas Bravo).

Ingrid Dreissig con Zapato 3


Venezuela: ha muerto el heavy metal, viva el punk

Un nuevo movimiento acechaba al rock, a ese rock con que comenzó la década de los 80 emparentado con el heavy metal. En marzo de 1983 se efectúa el Primer Festival de Música Punk Rock en el Poliedro de Caracas. Un amplio cartel de bandas casi en su totalidad desconocidas brindaba un concierto que rompía con la tradición del rock duro y sinfónico. Algunos de los nombres fueron: Loco, Metal 6, PP’s, Clarox, Jain’s Capella, Enigma, Sentimiento Muerto, Seguridad Nacional y otros. Las dos últimas agrupaciones se convertirían en pocos años en el modelo a seguir por muchos nuevos músicos.

Nina Hagen se presenta en el Teatro Teresa Carreño a principios del año 1985. La repercusión de la soberana del punk en nuestra subcultura rock fue casi nula, la presencia de mujeres en el punk local fue reducida. Detrás de Seguridad Nacional (banda pionera del punk) estarán, indudablemente, Sentimiento Muerto, sus hijos, pero también lo que se conoce como la primera oleada del punk venezolano: 4to Reich, Sabotaje, Un Perfecto Extraño, M-16, Cero a la izquierda, La Ladilla de Caracas, Motín Urbano, Desorden Público, Ganado Vacuno, Sucia Sugestión y un largo etc. En ese etcétera están solo dos bandas que se la juegan con voces femeninas: Zapato 3 (en su primera fase con Ingrid Dreissig), Psh Psh y más adelante Skape. Es justo reconocer que no todos eran seguidores de la onda hardcore; en estos grupos se filtraba algo del nuevaolero postpunk al estilo Joy Division o The Cure, incluso ska.

Finaliza la octava década del siglo XX y las voces femeninas en el ambiente pop rock nacional son: Biella Da Costa con su banda Casablanca (quien había debutado en 1980 con el grupo de rock sinfónico Etzal), Melissa y Elisa Rego (ex Es-3). También suenan Anna Fennel de la agrupación Cyam y Maricruz Quintero.

Otro dato curioso, para el año 1988 aparece el álbum pop rock Como La Lluvia de la cantante venezolana Linda Bandry, quien actualmente vive en los Estados Unidos y es considerada la reina del country en español.

Generación nuevas bandas:

Los eclécticos años noventa tienden la alfombra por donde desfilarán nuevas y desacostumbradas cantidades de mujeres en el rock tricolor. Reaparece la agrupación Ágata bajo la dirección de la guitarrista Marietta Fajardo (actualmente haciendo carrera artística en España). Se nuclean a su alrededor Jennifer Zea en la voz (quien ahora canta bosanova en Nueva Zelanda), Mildred Briceño en la batería, Bela Rosemberg en el bajo. Sólo mujeres haciendo hard rock, con un canto sensual y guiños al soul y blues.

Otra banda íntegramente de mujeres: Trance. Son de Valencia, look y resonancia del heavy metal. Femme de Caracas, nuevamente sólo mujeres haciendo pop rock. Grupos con una que otra integrante femenina: representando el rock fusión latino, Grubi Man (Carla Vivas en la batería). Séptimo Oxígeno, electro pop con Patricia Bravo en la voz. Los ganadores del Festival Nuevas Bandas 1996, Agresión, metal extremo y la señora Donna Ronney en el bajo (cercana los 50 años). Y no olvidemos a la consecuente agrupación Geisha.

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