Rodolfo Montes de Oca
Continuamos promocionando el talento musical de las regiones, sobre todo de aquellas que sufrirán el impacto de proyectos mega-extractivos como el Arco Minero del Orinoco. Guayana es mucho más que minería y gobierno militar, también es juventud y música. Por ello, les traemos la entrevista de la banda El Pez Volador, jóvenes talentosos que apuesta por hacer música en una zona de balas.
- Para comenzar, las preguntas del millón… ¿Cuándo surge el pez volador? ¿Cómo definirían su propuesta musical y cuales son sus principales referentes musicales?
Pez Volador nace de la separación de varios proyectos, Miguel tocaba con Carlos en una banda llamada 4Ways cuando tenían 15 años. Miguel estuvo luego como guitarrista de un proyecto de punk llamado “Soporte técnico”, aún activos, un día se le acercó un loco, resultó que era un mago con la guitarra y conectaron de inmediato, era Julio Gámez, actual guitarrista de Pez Volador. Mientras tanto Carlos estaba experimentando con Cristian, Colibrí (Cuando todavía era El Colibrí de Cariaco) y Ramsés Urbina (One Night Stand) en un proyecto universitario llamado “Playa Futuro” (El nombre viene porque Mattía de Charliapapa bromeaba con que era una reencarnación de The Beach Boys). Nuestro primer baterista Marco Guerrero venía de Vía Mordaz y el baterista actual viene de Casablanca.
Como dije, venimos de diferentes proyectos y terminamos en Pez Volador porque queríamos apostarlo todo a realizar un proyecto serio, así que comenzamos a componer a finales de 2014, a grabar en 2015 y a girar en 2016.
En cuanto al nombre, bueno, realmente no viene del pez, viene de la constelación Volans y de un período con mucho tiempo libre. Es una constelación compuesta de estrellas binarias y sistemas binarios, ósea los elementos en sus galaxias no rotan alrededor de una misma estrella sino que se estabilizan rotando en pares como en una especie de danza, todos sus elementos son vitales para la estabilidad de la constelación y es algo con lo cual nos sentimos identificados, de hecho Carlos se lo tatuó en un brazo y está oculto en todo el arte de la banda.
Nuestra música es en principio indie progresivo pero nos gusta llamarlo rock artesanal porque buscamos hacer lo mejor posible con lo que tengamos a la mano, un día podemos usar un amplificador Mesa Boogie Triple Rectifier de mil dólares, al día siguiente usar un Stagg y tenemos que ver como hacemos para que ambos suenen igual de decente, y así con todo, aquí no se puede ser muy exigente con esas cosas. De paso en las canciones hay ciertos trazos de música latina y venezolana que surgieron de forma natural, allí están y escuchandolo rápido quizás ni se notan pero allí están.
Evidentemente la influencia es variada, hay mucho de Foo Fighters, 2 Doors, Cinema Club, Royal Blood, La Vida Boheme, Viniloversus pero siempre tratando de hacer algo auténtico, primero porque no somos ellos, tampoco queremos serlo, y segundo porque no tenemos ni los equipos ni el presupuesto para siquiera imitar un disco como Concrete and Gold. Aunque debemos admitir que nos quedamos sin palabras cuando un ganador del Grammy como Fidel Goa (Viniloversus, Los Mesoneros, La Vida Boheme, PapashantySoundSystem) accedió a mezclarnos el EP porque lo disfrutó, así como también nos quedamos fríos con el aprecio de gente como Pablo Dagnino (Ex Sentimiento Muerto y actual Los Pixel) y Tito Fierro (Ex Zapato 3 y actual Los Pixel).
- ¿Si son de Puerto Ordaz por que no le pusieron “el sapoara volador”?
Como decía, irónicamente el nombre no viene del pez sino de la constelación. Ya una agencia local había agarrado el nombre “Bocachico” y Los Bagres o Las Payaras habrían quedado medio raros. Aunque vimos un flyer en Cumaná de “Los Delfines del Vallenato”, así que todo es posible.
- ¿Cómo ven la escena musical del estado Bolívar?, ¿existe una efervescencia?
No te puedo hablar de todo el estado porque es bastante grande y siempre hay movidas raras que salen que si de Upata o Santa Elena pero si te puedo hablar de Puerto Ordaz, San Félix y Ciudad Bolívar. La escena local va por oleadas, tuvimos la etapa del rap, del metal y hasta hace un par de años todo era playa. Tuvimos activos de forma simultánea a gente como Zion Zoo, Telepronter, Sonart, Sherlymala, Soporte Técnico, LarutanaturaL, Terranovas, La Facha Malandra y nosotros venimos de allí, aprendimos mucho con ellos, sobre todo de Trenos.
Hoy en día por supuesto está todo más complicado y muchos se han ido del país pero los que quedamos seguimos apoyándonos entre nosotros. En su momento ayudamos al primer lanzamiento de Colibrí, él nos ayudaba a revisar los arreglos de voces, entre Sonart y Telepronter nos han facilitado el backline en múltiples ocasiones, los de Trenos nos han aconsejado y nos han prestado equipos, actualmente estamos ayudando a Safari a producir su primer material, los mismos proveedores de sonido literalmente nos han rescatado.
Actualmente hay quizás unas cinco bandas activas, no diría que es el mejor momento, es muy costoso montar un show básico, falta mucho respeto hacia el público, hacia los técnicos y hacia los artistas pero se hace lo que se puede, así sea en el patio de una casa o una discoteca. Nuestra intención es fomentar la reconstrucción de la movida local y sobre todo la industria, queremos que simplemente sea más accesible conocer y darse a conocer, que pedir un montaje con dos monitores que funcionen no sea un “lujo”.
- ¿Se quedan o se van de Venezuela, cual pez volador?
Por el momento nos quedamos, y mientras estemos aquí haremos lo posible por hacer una industria y acompañar al público. Somos conscientes de lo difícil que es simplemente estar vivo en esta ciudad pero ese es precisamente el punto, como músicos lo mínimo que podemos hacer es hacerle más llevadero el día a la gente. Muchos se quejaron de los shows que hicimos durante el primer semestre del año pero cuando estábamos en la sala más bien nos los agradecían, estamos claros de que hay chicos que la están pasando muy mal, que hay mucha depresión, mucho estrés, que nuestra situación no es normal, sabemos que hay gente que busca drenar esta presión en formas muy locas, nosotros mismos hemos estado muy mal, pero aquí estamos, preferimos ver a la gente cantando con fuerza que deprimidos en una esquina o twitteando su malestar y seguiremos cantando en nuestro refugio, por ellos y por nosotros, esa es la Fiesta En El Limbo.
La entrada El Pez Volador: “Por el momento nos quedamos y mientras estemos aquí haremos lo posible por hacer una industria y acompañar al público” se publicó primero en Humano Derecho.
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